sábado, 30 de agosto de 2014

FALACIAS MIR, S.A.

     

        Antoni Mir i Fullana es uno de los principales responsables del auge del nacionalismo en Baleares. Transformó la OCB en una organización explícita y agresivamente política. Fue premiado por los servicios prestados, recibiendo la Creu de Sant Jordi de manos del Papa Pujol, fichando además por la Generalitat, la nave nodriza del catalanismo. Hoy ha aparecido en la contraportada del Diario de Mallorca una entrevista que lo retrata como un maestro de la falacia victimista. Transcribo varios fragmentos, con mis apuntes en azul:

      "Nos engañó a todos. Yo admiraba a Pujol, y he sufrido una decepción terrible" (eso es tan creíble como decir que Rajoy y el PP en bloque no sabían nada de los manejos de Bárcenas. Excusas para no asumir lo que todos los de su rango conocían y toleraban, por el bien superior de la causa).
          "Millones de catalanes que fueron expulsados del marco constitucional español tras la sentencia del Estatut" (no legalizar una propuesta no significa expulsar del sistema a los que la secundaban. Si un tribunal, aplicando la legalidad vigente, me impide llevar a cabo una determinada iniciativa, mi condición de ciudadano del Estado de derecho permanece intocable. Saltarse la legalidad no es un atributo de la democracia).         
           (Pujol)"Creó un sistema educativo ejemplar, que se llama inmersión pero que garantiza el aprendizaje de las dos lenguas. También montó TV3 en un momento imprescindible, y con efectos muy beneficiosos para Balears" (en efecto, preparó minuciosamente el terreno para el independentismo y la expansión del catalanismo en Baleares. Por eso ahora no vale decir que su caída en desgracia no afecta para nada la trayectoria del nacionalismo).
           "El soberanismo catalán de abajo arriba es una rebelión popular de las clases medias por el expolio a partir de la crisis, que se agrava por tener al Estado español en contra" (tan discutible como decir que ZP estaba contra la Iglesia, cuando no tocó ni uno solo de sus privilegios. Lo de "rebelión popular", en una sociedad tan controlada por el poder político-mediático del nacionalismo, también hay que ponerlo entre paréntesis).
           "En Mallorca, sin embargo, el Govern ataca la lengua propia del país, cuya defensa debiera ser su principal tarea. Para esto no necesitamos una autonomía" (ah, que la Autonomía tenía que servir fundamentalmente para eso...).
            "Leí un artículo que proponía la Creu de Sant Jordi para Bauzá, porque nadie ha hecho tanto por el catalán" (por lo mismo habría que concederle una distinción al Mérito Nacional a Mir o a Pujol por su condición de fabricantes de centralistas).
            "Vitalmente necesitaba marcharme de la isla, no me quería jubilar como presidente de la OCB, tenía que conocer mundo" (el mundo parece ser que se acaba en Barcelona. ¡La puntilla para las aerolíneas!).
             "He estado en primera línea de fuego y, en la Obra Cultural Balear, vi que había que conseguir un lobby potente, no simpático. La sociedad o te quiere o te respeta, y elegí el respeto" (respeto, la palabra clave de las películas de mafiosos).
             "Podemos es una saludable alternativa para regenerar España, pero en Cataluña y Balears no puede lograrse sin una identidad nacional" (o sea, Podemos es ideal para cargarse España. Pero en Cataluña, identidad al cubo. Olvidando, claro, que ninguna regeneración se consigue a partir de lo identitario. Como demuestra lo de Pujol, la identidad siempre es el escudo que legitima todo tipo de corruptelas y abusos, además de segregar a los buenos catalanes de los malos. Eso sí, Marine Le Pen estaría encantada con esa regeneración desde lo identitario que desea Mir).
             "Te digo lo que no puede ser, que se tenga que hacer lo que dice el PP y todos a callar" (aplíquese el mismo argumento al nacionalismo obligatorio en Cataluña. Con la diferencia de que no se trata en este asunto de la voluntad del PP sino de la legalidad española).

jueves, 28 de agosto de 2014

CIENTIFISMO ANTICIENTÍFICO

       
                        (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)


        Una característica básica del catalanismo en Baleares es que funciona como un ejército perfectamente entrenado. De manera que, ante cualquier situación que cuestione su hegemonía en los ámbitos que controla, se ponen organizadamente en marcha, lanza en ristre, para neutralizar al rival en cuestión, como si fuera una reacción orgánica contra un virus invasor. Otra característica es que desde una posición de minoría social y política han conseguido imponer sus criterios. Por ejemplo, en IB3 o en la escuela pública. Su dominio, trabajado durante décadas ante la impasibilidad de los discrepantes, ha tenido tal éxito que de facto impide que en estos ámbitos se pueda cambiar la situación incluso desde una mayoría política legitimada. Por eso tanto el TIL como la balearización de IB3 no pueden aplicarse con normalidad. Gobierne quien gobierne en Baleares, sigue vigente el dictado de los catalanistas. Siempre. Ahora se quejan de lo de IB3, pero a pesar de la labor heroica de su coordinadora lingüística, en sus emisiones no aparece una gran parte del léxico isleño normativo ni, por supuesto, el artículo salado. La estructura catalanista que lleva hasta las últimas consecuencias la aplicación de sus criterios cuando gobiernan los suyos hace también que se bloquee cualquier intento de cambiar la situación, aunque la mayoría de los ciudadanos lo secunde.
        El mantra habitual en estos casos viene de serie: hay que respetar reverencialmente el designio de los expertos. Como si estos, el departamento de Filología Catalana de la UIB, fuesen un trasunto de Mahoma, la expresión en la tierra de un mandato divino, incuestionable e invariable; y también como si detrás de su supuesto cientifismo no anidara una determinada (y dogmática) orientación política. La Fundació Jaume III ha ido publicando últimamente en la prensa unos artículos en los que se evidencia que los criterios «científicos» de nuestros gurús de la UIB se adaptan a una decisión previa y en absoluto científica, como es la transformación de las modalidades insulares en dirección al dialecto central del catalán. Por tanto, el modelo estandard no sería el resultado final de un trabajo científico y riguroso, sino que se toma de forma apriorística (se define de inicio en clave política) para ir después adaptando a este patrón decisiones que acostumbran a ser contradictorias. Y lo son porque de científicas tienen muy poco, pues prefieren tratar de justificar a posteriori lo que interesa en lugar de definir previamente de forma neutra. Así, vampirizan el concepto de lo científico para utilizarlo dogmáticamente contra cualquier intento de cuestionar sus posiciones. Es decir, la antítesis del verdadero espíritu científico que acepta, por lógica, no poseer la verdad absoluta y debatir propuestas diferentes.

lunes, 25 de agosto de 2014

SI MATAS,‭ ‬NO BEBAS

       
                          (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

        El‮ ‬Estado‮ ‬Islámico‮ ‬afianza‮ ‬su‮ ‬dominio‮ ‬del‮ ‬norte‮ ‬de‮ ‬Siria‮ ‬e‮ ‬Irak,‮ ‬supliendo‮ ‬sus‮ ‬carencias‮ ‬militares‮ ‬con‮ ‬una‮ ‬ferocidad‮ ‬truculenta:‮ ‬la‮ ‬decapitación‮ ‬como‮ ‬estandarte‮ ‬del‮ ‬miedo.‮ ‬En‮ ‬las‮ ‬zonas‮ ‬que‮ ‬controla‮ ‬ya‮ ‬han‮ ‬prohibido,‮ ‬como‮ ‬suele‮ ‬ser‮ ‬habitual‮ ‬en‮ ‬este‮ ‬tipo‮ ‬de‮ ‬movimientos,‮ ‬la‮ ‬bebida,‮ ‬el‮ ‬tabaco‮ ‬y‮ ‬las‮ ‬drogas. No‮ ‬sea‮ ‬que‮ ‬los‮ ‬entregados‮ ‬creyentes‮ ‬se‮ ‬pongan‮ ‬a‮ ‬degustar‮ ‬whisky‮ ‬de‮ ‬malta‮ ‬o‮ ‬fumar‮ ‬habanos‮ ‬y‮ ‬se‮ ‬olviden‮ ‬de‮ ‬asesinar‮ ‬a‮ ‬los‮ ‬adversarios.‮ ‬No‮ ‬nos‮ ‬volvamos‮ ‬locos; lo‮ ‬primordial‮ ‬es‮ ‬degollar.‮ ‬Nada‮ ‬de‮ ‬fiestas; rigor‮ ‬absoluto,‮ ‬consagración‮ ‬al‮ ‬crimen‮ ‬y‮ ‬aplicación‮ ‬de‮ ‬un‮ ‬régimen‮ ‬totalitario‮ ‬basado‮ ‬en‮ ‬el‮ ‬dogma‮ ‬y‮ ‬en‮ ‬el‮ ‬terror.‮ ‬No‮ ‬es‮ ‬la‮ ‬primera‮ ‬vez‮ ‬que‮ ‬esto‮ ‬sucede‮ ‬a‮ ‬lo‮ ‬largo‮ ‬de‮ ‬la‮ ‬historia,‮ ‬ni‮ ‬mucho‮ ‬menos,‮ ‬pero‮ ‬a‮ ‬mí‮ ‬siempre‮ ‬me‮ ‬sorprende‮ ‬esa‮ ‬asociación‮ ‬autoimpuesta‮ ‬de‮ ‬austeridad‮ ‬asesina‮ ‬que‮ ‬considera‮ ‬en‮ ‬el‮ ‬mismo‮ ‬nivel‮ ‬de‮ ‬virtud‮ ‬detestar‮ ‬la‮ ‬bebida‮ ‬y‮ ‬los‮ ‬cuellos‮ ‬incólumes‮ ‬de‮ ‬sus‮ ‬rivales.
        Los radicales,‭ ‬sobre todo cuando están organizados y tienen ansia de dominio,‭ ‬están obsesionados con la pureza‭ (‬lean el apasionante‭ ‬Pureza y peligro de Mary Douglas‭)‬.‭ ‬Una pureza homicida.‭ ‬Acostumbran a ser gente de‭ «‬rectos principios‭»‬,‭ ‬en el sentido de estar apegados fuertemente a unos valores y a la defensa incondicional de su comunidad.‭ ‬La bipolaridad en estos casos es extrema:‭ ‬cuanto más sectarios son,‭ ‬más agresivos se muestran con los demás.‭ ‬A mayor apego hacia lo propio,‭ ‬más intenso es el grado de letalidad con respecto a los diferentes.‭ ‬Scott Atran y Adolf Tobeña‭ (‬Mártires mortíferos‭) ‬han analizado la clausura cognitiva de estos esencialismos que manifiestan una clara predisposición al conflicto continuado como vía para reducir la pluralidad.
        No hace falta salir de España para encontrarnos con ejemplos de este tipo:‭ ‬la violencia como un fin en sí mismo.‭ ‬Es lo que ha sucedido con ETA,‭ ‬y las secuelas de su reinado de terror todavía son claramente perceptibles en la sociedad vasca,‭ ‬especialmente entre los jóvenes abertzales.‭ ‬Recupero de las pasadas Navidades los resultados del primer Barómetro Social que ha realizado la Universidad de Deusto,‭ ‬y que señalan inclinaciones impropias de una sociedad saludable:‭ ‬el‭ ‬30‭ ‬%‭ ‬de los ciudadanos vascos respalda una amnistía a los presos etarras‭; ‬el‭ ‬42,3‭ ‬%‭ ‬estaría a favor de la liberación de Arnaldo Otegi‭; ‬aunque lo peor es que el‭ ‬68‭ ‬%‭ ‬considera que PNV y Bildu están haciendo más por la paz que los partidos constitucionalistas.‭ ‬Después de‭ ‬900‭ ‬asesinatos‭ (‬casi ninguno nacionalista vasco‭)‬,‭ ‬miles de mutilados y decenas de miles de exiliados,‭ ‬los buenos de la película son aquellos que apoyaron abiertamente a ETA o que no hicieron apenas nada para enfrentarse a ella.‭ ‬Mosul no nos queda tan lejos.

jueves, 21 de agosto de 2014

NUEVO HUMOR CATALÁN

         
                        (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

         Si uno gusta de estas elevadas temperaturas, no creo que necesite excusas para relajarse. Yo sí. Y como el humor es un refugio que te conecta con el mundo, en el sentido de hacerte más llevaderos los problemas, supone pues una solución óptima. Últimamente el humor de mejor calidad sin duda se hace en Cataluña. Antes, los humoristas catalanes como Eugenio o Capri se subían a un escenario para contarnos, con frialdad y sutileza, sus peripecias entrañables. Hoy, la mejor camada de humoristas catalanes ha trascendido las limitaciones del registro típico para asaltar otras esferas, menos dadas de inicio a provocar la carcajada. La fábrica de estos nuevos genios es una fundación llamada Institut Nova Història, creada en 2007 y que se ha convertido en un puntal de esa cumbre de lo bufo conocida como Procés Sobiranista. Por eso cuenta con el mimo de la Generalitat, ERC y CiU, entregados mecenas de la causa humorística en este inicio del siglo XXI.
           El tema principal de estos nuevos genios de la diversión es un filón fabuloso: el saqueo de la historia de Cataluña. El «historicidio» más grande jamás contado. Estamos hablando de una Cataluña fabulosa, mayestática, capaz sólo de milagros al alcance de muy pocos. Cataluña como la «protonación», nacida en el siglo VII a.C. con capital en la mítica Tartessos, ubicada en la tarraconense Tortosa, claro. Este es el tronco, y a partir de ahí florecen los monólogos más descacharrantes alrededor de la condición catalana de Colón, Leonardo Da Vinci, Américo Vespuccio (Aymerich Despuig), Cervantes (Joan Miquel Servent), Hernán Cortés, Garcilaso, Santa Teresa, etc. El repertorio en sí es infinito y adopta variaciones magistrales, como la de que Colón, que en realidad se llamaba Joan Colom i Bertrán, es un antepasado del gran Artur Mas, otro humorista rompedor, conocido en el mundillo como «El político menguante», y fue padre nada menos que de Erasmo de Rotterdam (Colón, no Mas), que en realidad se llamaba Ferran. Supera esta genialidad el origen catalán de Leonardo, que se inspiró para su Gioconda en la autoctonísima Isabel de Aragón y en Montserrat, faltaría más, para las montañas del fondo del lienzo.
         Dos genios descollan en este equipo prodigioso: Víctor Cucurull y Jordi Bilbeny. Dos audaces cruzados que tratan de colonizar terrenos del ingenio que nadie antes se había atrevido a pisar. Algún despistado les acusa de intoxicar a los incautos que pululan por Cataluña con mentiras y delirios, pero decir eso es no comprender la magnificencia apabullante de su humor tremendamente avanzado. Qué duda cabe que en Cataluña se sigue inventando; en este caso, el mejor de los humores posible.

lunes, 18 de agosto de 2014

LA PLAYA NO EXISTE

 

  (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Aunque crean que este titular es una falsedad o un delirio, les voy a demostrar que es una verdad científica. O, al menos, una verdad posmoderna. O algo. La playa no existe, tomen nota. Por tanto, cuando crean estar playeando se encuentran realmente fuera del universo, espectros deambulando por el Limbo sin más brújula que esa vaporosidad intoxicante que nos producen el calor y la humedad. Durante dos o tres meses al año podemos jugar a ocupar precariamente este espacio no colonizable que más tarde o más temprano acaba expulsando a sus ocupantes como si fuera una madre castradora.
El antropólogo francés Marc Augé popularizó a inicios de los años 90 el concepto de «no lugar», que se refiere a esos espacios neutros que genera la modernidad más reciente («sobremodernidad»). Lugares de tránsito, envueltos en la provisionalidad. Se trata básicamente de autopistas, aeropuertos, supermercados, hoteles. Los no lugares son espacios del anonimato en los que cada individuo puede escenificar un rol diferenciado del que le viene dado en un espacio definido y arraigado («lugares de identidad»). En las playas, por ejemplo, uno llega a la misma dejando fuera todo aquello que lo caracteriza en la ciudad. En estos casos uno puede diluirse en el ambiente o bien reinventarse, como sucede en las fiestas de disfraces, jugar a ser otro. Aquí el espacio ya no define categóricamente, sino que relativiza la personalidad, permite las transfiguraciones, aunque sea sólo por un rato. El verano es, pues, un periodo de tiempo que se asienta sobre no lugares, y nuestra existencia queda de alguna manera en suspenso, flota sobre el aire. El mundo en vilo a la espera del fin del verano. El desalojo de las playas como inicio del regreso a la vida.
Luego está la cuestión del exhibicionismo, antes y después de la era del selfie. Por eso el 90 % de los playeros prefiere los arenales grandes y atiborrados. Porque sin público no hay teatro. En este campo Benidorm es el rey, pero en Mallorca incluso playas paradisíacas, como Cala Varques, que antaño estaban casi abandonadas, hoy parecen la Gran Vía madrileña en hora punta. Nada se libra ya a la masificación gozosa; incluso en un no lugar, uno busca afanosamente compararse y definirse.
Pero, al final, resulta que no existe una polaridad clara entre los lugares y los no lugares, pues en ambos casos la precariedad de las relaciones y lo efímero de las identidades es una constante. Como tras la máscara no existe una realidad esencial, entonces el escenario playero (y sus derivados turísticos) tal vez no esté tan desenfocado como parecía en un principio.

jueves, 14 de agosto de 2014

NARCÍS EL INTOCABLE

       

       (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

        Mi amigo y editor Román Piña Valls trataba de convencerme, hace unas semanas en estas páginas, de las bondades del verano. Tal vez porque no estaba seguro de sus dotes sugestivas o bien temía mi autismo pro-invernal, me invitó a cenar en cala Deià junto a otros escritores a los que ha publicado en Sloper, un grupo humano estupendo y talentoso. En rincones fascinantes como éste uno sí que consigue olvidarse, aunque sea sólo durante unas horas, de que todavía quedan meses para la llegada del frío redentor. Lo único malo del lugar es que me recuerda a Narcís Serra, que durante años ha tenido una casa allí. Me referí a él hace unos meses cuando escribí aquí sobre la caída de Mario Conde, en la que Serra jugó un papel decisivo. Si en ese momento fue una pieza fundamental para encarcelar al banquero más célebre del momento, años después quiso hacer sus pinitos en el mundo de la banca, con el resultado conocido: siniestro total, con Catalunya Banc quebrada, nacionalizada por el FROB y ahora vendida al BBVA. Conde pasó tres años y medio en la cárcel, pero nada de eso le ha sucedido a Serra por su directa responsabilidad en un fiasco que le ha costado a la ciudadanía nada menos que 11.600 millones de euros.
        Narcís Serra ejemplifica como pocos lo que ha significado el poder de la partitocracia, concepto que prefiero al de casta, al ser éste menos definidor de la situación que hemos padecido estas últimas décadas. Los partidos de poder han vampirizado la sociedad civil hasta el punto de que todo estaba controlado, de una manera u otra, por ellos. Y el ejemplo bipolar de cómo ha funcionado la banca española es esclarecedor: tenemos los mejores bancos de Europa (los privados), pero también los peores (las cajas de ahorros, gestionadas por la clase política).
       El dinero público que se ha tenido que poner sobre la mesa para reflotar Catalunya Banc, además de considerable, tiene connotaciones interesantes, porque iguala lo que se ha reducido el presupuesto en sanidad y educación el último año. Alimento irresistible para los que piensan que en nuestro sistema los beneficios eran privados y, en cambio, las deudas se han socializado. Al margen de si dejar caer al banco habría ocasionado o no un coste superior, la imagen de que los desastres de políticos los paga la ciudadanía es cierta y terrible. Serra y su equipo directivo (41 cráneos privilegiados) al menos están imputados por subirse el sueldo en plena hecatombe del banco, pero apuesto a que no afrontarán con su nada escaso patrimonio el agujero que generó su incompetencia.

lunes, 11 de agosto de 2014

AVUI SÍ TOCA

(artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)


En los procesos de ascensión y caída de personalidades relevantes acostumbra a suceder que el individuo en cuestión pasa de una situación primera casi divina a una segunda en la que, transfigurada drásticamente su suerte, es demonizado por aquellos mismos que antes lo angelizaron. En el caso de Jordi Pujol de momento esta segunda fase no se está produciendo, porque a sus discípulos les está costando una barbaridad ejercer una crítica firme a la figura de su venerado líder, el sumo pontífice del catalanismo en los últimos 30 años. Y es relevante este bloqueo de la segunda fase cuando en la primera el desmelene fue absoluto e indigno. Fue tal la sacralización de Pujol que su famoso lema «avui no toca» era reverenciado temerosamente por sus entrevistadores, que reculaban ante su enunciación cuadrándose como cadetes. Se hacía lo que Pujol quería y cuando él deseaba. Cataluña, desde 1980 hasta nuestros días, ha sido Pujolandia. Por eso juzgarle a él suponía criticar a Cataluña y al catalanismo en su conjunto.
Ahora ha descendido forzosamente del Olimpo, pero sus discípulos no saben traducir el pasmo en reproche, porque ejercitarlo sería una forma de autocrítica, una cosa a la que no están en absoluto acostumbrados. Ese ha sido otro de los lamentables logros de Pujol: sumir a los suyos en un estado de autocomplacencia tal que desvía hacia el vilipendiado Madrid todo aquello que pueda desajustarse de la doctrina primordial. La culpa siempre era de los demás. Pero ahora se deshace la piedra angular de la infraestructura política y moral de esa región. Se presumía de hacer las cosas de otra manera más efectiva y limpia, y sin embargo resulta que hay la misma (o más) corrupción que en el resto del país. Al final, Pujol era un español más. O Bárcenas y Roldán unos catalanes del montón.
La caída del Querido Líder del catalanismo ha generado varias situaciones grotescas. Por ejemplo, aquella que afecta de lleno a su fundación, el Centre d'Estudis Jordi Pujol. No sé si ustedes estaban al tanto de que se dedica (con dinero público de por medio, faltaría más)... ¡al fomento de la ética y los valores! Como el Instituto Noos, que presumía de haber superado minucias plebeyas como el ánimo de lucro. Viendo el panorama, si yo gobernara este país tengo claro que trataría de introducir en los protocolos de investigación de la justicia el señalamiento preventivo de aquellos individuos u organizaciones que hacen ostensibles alardes de virtud. Sin duda es un indicio fiable de que tras esa imagen de aparente superioridad moral se puede esconder una minuciosa maquinaria encargada del saqueo feroz de las arcas públicas.

lunes, 4 de agosto de 2014

TERAPIA LUCRECIO


  (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Mi fragmento predilecto del De rerum natura de Lucrecio habita permanentemente en mi memoria desde hace más de una década. Se trata del inicio del Libro II, cuando el texto plantea la contemplación desde la costa del zozobrar de un barco en un agitado mar. La esencia del suceso descrito por Lucrecio consistiría no tanto en apreciar la catástrofe en sí como en la sensación de alivio experimentada por aquel que la vive sin padecerla. No se trata de disfrutar del mal ajeno, nada de eso, sino de alegrarse por no participar en él, que no es lo mismo. No hay nada como pensar en complicaciones tortuosas o en tragedias posibles, pero no consumadas, al menos para uno, de cara a estimular la alegría de estar vivo, aunque no haya motivos especiales para el jolgorio. Los ataques de la melancolía son inescrutables, por eso es mejor estar prevenido. De esta manera, al método de alegrarse o al menos de aliviarse pensando en desastres no cristalizados lo he acabado llamando 'terapia Lucrecio'.
Mi fetiche principal para estos menesteres tiene que ver con el accidente de moto que padecí la noche del 8 de julio del año 2000. Un coche arrolló la moto que yo conducía en las inmediaciones del Coll den Rebassa. El golpe me propulsó por encima del coche, de manera que su baca me seccionó la pierna derecha, a la altura de la rodilla. Todavía recuerdo muy claramente, tras el salto frenético de unos 10 metros, la visión del fémur fuera de sitio, lleno de sangre. Meses más tarde, en pleno proceso de rehabilitación, que se prolongó un año y medio, me enteré de que salvé la vida por instantes, porque el trompazo me había cortado la femoral. Es curioso lo relajado que se encuentra uno en el que por poco no fue su último momento en este mundo. ¡Milagrosas endorfinas! Sin duda, recordar los detalles de mi accidente y mi condición de twice born es un antídoto a posibles bajones o ataques de melancolía. Así puedo contextualizar mis miserias y alegrarme de llevar 14 años viviendo de regalo, sobre todo cuando lo más gratificante que he experimentado en mi vida sucedió en estos últimos tres lustros.
En una época reciente, cuando trabajé en los servicios sociales de Palma, también puse en práctica muchas veces la terapia Lucrecio. Porque contemplar en primera fila la situación física y mental de los usuarios de este servicio inevitablemente hacía más tolerables los problemas de mi existencia. Sentía mucha empatía por esas personas destruidas, pero a la vez el gran alivio de no hacer mías sus circunstancias.
Al parecer, Lucrecio acabó suicidándose.
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