lunes, 23 de febrero de 2015

MÁS ENCUESTAS, ES LA GUERRA


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Las encuestas podrían definirse hoy en día, parafraseando a Von Clausewitz, como la prolongación de la guerra política por otros medios. Siempre ha sido así de alguna manera, pero la volatilidad socio-política que nos inunda ha exasperado las estratagemas. Así, los intentos de dirección del voto son más evidentes que nunca, hasta el punto de que podríamos cambiar los parlamentos por debates televisivos y sustituir diputados por tertulianos. Ya no computan las siglas, ni siquiera los programas (¿para qué?, si no se leen) o las listas. La clave reside en la teatralidad catódica y el lucimiento bajo los focos del plató. Política espectáculo en su máxima expresión. En esta dinámica de mercadotecnia descollan partidos como Podemos o C's, aupados por influyentes grupos de comunicación, que al final son los que lanzan a unos partidos y callan a otros por intereses que evidentemente poco tienen que ver con las necesidades de la ciudadanía. Los suflés ya están sobre la mesa, y parece que hay hambre para devorarlos por parte de muchos que hace dos minutos no tenían apetito o preferían otros manjares. Desquiciado país de burbujas.
En cuanto a uno de estos suflés políticos, quisiera comentar un aspecto de las primarias de Podemos en Baleares. Venció el oficialista Alberto Jarabo con el 35'8 % de los votos. Sin embargo, los tres perdedores (Lola Fernández, Toni Bennàsar y Tomás Fernández) suman más del 61 % de los apoyos. Obviamente, gobernará el ganador, porque para su suerte en las primarias de un partido no funciona la misma norma resbaladiza que en unas elecciones (Pactes de Progrés, Tripartitos catalanes, etc). Quiero decir que los partidos no quieren aplicarse la lógica que después, cuando les conviene, asumen fervorosamente en los consistorios o parlamentos autonómicos. Nunca en los Estados, ojo, porque parece que hacerlo a la vista de todo el mundo es un poquito feo. De la misma manera, Podemos está a favor del “derecho a decidir” de Cataluña y Euskadi, pero por supuesto no tolera que desde un círculo regional (Sóller) se discuta una decisión central y se vaya por libre. Faltaría más, el partido está por encima del Estado o la Comunidad Autónoma. O la doble vara de medir, que siempre acecha.

domingo, 22 de febrero de 2015

9º DEBATE EN CANAL 4

        
        Este pasado lunes participé en la tertulia de Tot 4, en Canal 4 TV. Junto a Tarabini, Villalonga y Jarabo. Temas: Armengol, primarias Podemos, encuestas. Si todos los medios fueran tan plurales como Canal 4...

lunes, 16 de febrero de 2015

THE SHOW MUST GO ON


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Los lugares y las personas ya no tienen una sustancia continua e inamovible. Nunca la tuvieron, pero al menos se pretendía que la ostentaran. Es el signo de los tiempos (líquidos para Bauman, viscosos para Paglia): sabemos que nada es para siempre. Nuestra realidad tiende al travestismo, a la mutación, a las metamorfosis más insólitas. Ahí está esa Uma Thurman que cambia de un día para otro y, al siguiente, cuando ya todo el mundo ha twitteado con frenesí sobre su alteración, regresa a su estado previo. En otro orden más cercano y pedregoso tenemos el destino de Sa Casa Llarga, que deja de tener relación con la finalidad social que ostentaba hasta hace poco. Después de años dedicada a dar refugio a gente desfavorecida, últimamente el recinto está convirtiéndose en el epicentro de la vanguardia, albergando insólitas performances de sonoro eco mediático.
Como recordaba aquí el viernes Aguiló Obrador, primero fue el inefable James Taylor (nacido Jaume Sastre), esa especie de mago Copperfield del estómago cuántico, que se ejercitó en las sobrias artes de la dieta etíope (la Etiopía hambrienta de los años 80) pero saliendo de allí más hecho que Falete. Y ahora recoge su testigo otro James icono de nuestra isla, de apellido Saint Andrew. Tras una vida anterior dedicada sin éxito al sacerdocio y transfigurado con mayor fortuna en one man show de la ayuda social, se ha encadenado a sus puertas para exigir a los propietarios que no la recuperen. Los Feliu deberían entender el mensaje: tras agotar sus posibilidades de rehabilitación, el lugar ahora cultiva, gracias al poso dejado por los James & James, cierta pasión artística y transgresora deudora de Joseph Beuys. ¿Quién puede ser el próximo?
Luego está lo del 'tomasazo' en el PSOE madrileño, cambio de cerradura incluido. Es tal el guirigay de los socialistas del municipio capitalino que han designado nada menos que a un catedrático de metafísica, el ex-ministro Ángel Gabilondo, para que se dedique a desfacer los múltiples entuertos que ahí han sedimentado. Olvidando, sin embargo, que todo metafísico que se precie no se dedica a emitir respuestas sino a ampliar el alcance de la pregunta hasta límites enloquecedores. Callao 4 ya es al fin un no-lugar.

domingo, 15 de febrero de 2015

8º DEBATE EN CANAL 4

        
        Antes de que se me solape con el próximo debate (mañana, si nada lo impide), cuelgo las imágenes de mi aparición nº 8 en la tertulia del programa Tot 4, en Cala 4 TV.

lunes, 9 de febrero de 2015

MUNDO TUERTO


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

La culpa siempre es ajena, nunca propia. Si los expertos (fuerzas de seguridad y servicios de emergencia) nos dicen que en plena ola polar lo mejor es no acercarse a la Serra de Tramuntana, el personal va en tromba a jugársela, para que después lo tengan que venir a rescatar, que es muy emocionante y cuesta una pasta. No estoy entonando la cantinela del “Spain is pain”, hablo tanto de españoles como de extranjeros, pues 6 turistas alemanes tuvieron que ser auxiliados con un helicóptero. En total, 14 chalados fueron rescatados el viernes y, a pesar de eso, la absurda diáspora hacia los montes se multiplicó al día siguiente. No teman, si acaece un drama la culpa será de los que nos recomendaron no ir.
Debe ser que la nieve confunde, como el infierno canicular a un servidor o la noche a ese egregio ciudadano de las Antillas. Miras a tu alrededor y cuesta concentrarse en la conveniente ataraxia, todo parece torcido: unos premios de cine con nombre de un pintor del XVIII, una mascota para promocionar Palma que provoca náusea universal, la marabunta comprando libros como descosidos en el almacén de una editorial que quiebra, una ley de transparencia que no aporta transparencia alguna, el clan deixonador que mimetiza las triquiñuelas de la casta, sectores educativos que realimentan el modelo que ha dejado nuestra educación como Varsovia tras los bombardeos de la Luftwaffe, la esperanza blanca de un partido que gobierna la región con más paro de Occidente, un Govern que opone un caos unipartito a otro caos multipartito o una lideresa de la formación de Bárcenas exigiendo a Monedero que pague sus impuestos. ¡Basta! Para colmo, últimamente ando enfrascado (contra mi voluntad) en atentas lecturas de Gabriel Bibiloni y Damià Pons... la guinda para la fatídica apoplejía está al caer.
Alguien cercano me dice: “¡No dramatices tanto, Horrach, coño!, que en tus disecciones apenas resaltas nada positivo, todo es tenebroso”. Como seguramente sea cierto, ahí van varias enmiendas de esta semana: una conferencia sobre mecánica cuántica de Juan Ignacio Cirac, el partido inicial del VI Naciones, el regreso a los seminarios de metafísica de Vermal o mi sobrino de 13 meses emulando a Bolt por los pasillos.

sábado, 7 de febrero de 2015

LA REGENERACIÓN SENSATA DE UPyD


(Tribuna publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Si algo necesita urgentemente la política en España es regresar a los orígenes de su sentido intrínseco, a veces escasamente transitados: el servicio público. El político es un servidor de la ciudadanía, no su superior ni por supuesto su explotador. Pero tristemente el modo de hacer política de los partidos viejos ha sido este último desde hace demasiado tiempo. Lo único positivo de la crisis es que el ciudadano se ha vuelto más exigente y ya no tolera lo que sucedía hace nada: el asalto de los partidos a una sociedad civil vampirizada de siglas, combinado con el culto a la corrupción como programa real. Una prueba fehaciente de este modus operandi lo denunció UPyD, único partido en no participar de la rapiña: el caso Bankia y, por extensión, las politizadas cajas de ahorros. Nada menos que 100.000 millones de euros de nuestro bolsillo fueron a parar al rescate de esta banca pública que ahora Podemos quiere reflotar.
En UPyD Baleares llevamos trabajando desde hace más de 7 años por el interés de los ciudadanos de las islas. Fruto de este trabajo continuo, y en absoluto sujeto a circunstancias oportunistas, que somos el primer partido en tener a disposición de los ciudadanos nuestro programa electoral para esta comunidad. Por tanto, estamos ante la oportunidad de ir ofreciendo los aspectos más relevantes del mismo.
La transparencia es la piedra fundamental de la política democrática moderna. Lo es para los partidos y, por supuesto, también para la administración. Nosotros queremos dar ejemplo y no nos limitamos a exigir desde la barrera al Estado un mínimo de transparencia, el habitual en los países más serios y menos corruptos (porque transparencia es el exacto antónimo de corrupción) de Europa, sino que aplicamos esa exigencia de puertas adentro, ofreciendo públicamente todos los datos de nuestro funcionamiento interno. Por eso la prestigiosa ONG Transparencia Internacional valoró con un 9 nuestro grado de transparencia, a tres puntos de diferencia del segundo (sólo tres partidos aprobamos).
Otro pilar de todo sistema democrático que se precie es la separación de poderes, y de nuevo en esta cuestión hemos llevado a la praxis nuestro discurso regenerador, porque renunciamos orgullosamente a poner a un magistrado en el CGPJ cuando nos tocaba por cuota parlamentaria. Tenemos claro que no se puede usar un privilegio ilegítimo que el sistema te preste; sin excusas ni engaños, sólo absoluta coherencia con lo que se piensa.
En UPyD defendemos un racionalizado Estado del Bienestar y la existencia de las Autonomías, pero eso no es óbice para no reducir ámbitos administrativos que sirven menos al ciudadano que al político profesional. Al igual que no tienen sentido las Diputaciones Provinciales, tampoco lo atesoran los Consells Insulars. En nuestro programa recogemos la necesidad de reducir costes al ciudadano suprimiendo estos entes, los cuatro de Baleares (asumiendo sus competencias el Govern), con el fin de eliminar gasto superfluo y hacer más eficiente la administración. Y es que una idea básica de nuestro ideario, que está recogida en nuestro programa autonómico, es que la unión es preferible a la desunión. Por muchos motivos: primero, porque el segundo camino nos aboca a la disgregación de toda sociedad en átomos cada vez más reducidos (es decir, la antipolítica); y, segundo, porque sólo es eficaz la colaboración organizada de todos los individuos, y que una parte no pueda imponerse unilateralmente al resto.
De ahí nuestro ambicioso proyecto de fusión de municipios para las Baleares. No se suele hablar de ello, pero tenemos un exceso de municipios en España (8.119) y en Baleares en particular; sin ir más lejos, nuestras islas cuenta con 67, y recordemos que Dinamarca sólo tiene 98. Nos encontramos con dos resistencias absurdas a esta medida ya implantada en prácticamente toda Europa: 1) Los partidos de poder han convencido a una parte de la sociedad de que la multiplicación de entes administrativos beneficia al ciudadano, cuando eso no es cierto, pues es el político profesional el que tiene así más facilidades para colocarse y obtener un beneficio propio. Por no hablar del aumento de los impuestos de cara a mantener esta enorme infraestructura. 2) Hay personas reacias a esta iniciativa que argumentan como supuesta razón que cada localidad tiene su idiosincrasia. Muy bien, eso no se va a eliminar, pero hay que entender que las rencillas entre municipios (o incluso entre pueblos del mismo municipio) son cosas del pasado que el escenario de la ciudadanía moderna debe ayudar a superar. Nosotros consideramos que no se puede hacer legítimamente política potenciando pasiones conflictivas, sino al revés: trabajar por la convivencia y la cooperación entre todos.
En materia educativa, es máxima nuestra aspiración de mejorar cualitativamente los resultados de nuestro sistema. Hay que recordar que la prioridad de la educación es la transmisión de conocimientos, y eso muchas veces se olvida, sepultado bajo toda esa parafernalia pedagógica que nos ha dejado el modelo educativo de la Logse. Junto a una mejora urgente de la calidad de enseñanza y de la reducción del abandono escolar, aspecto en el que somos tristemente líderes a nivel europeo, UPyD apuesta decididamente por la libre elección de lengua y, en consecuencia, por el fin de esa inmersión lingüística de facto a la que hemos llegado gracias a una interpretación radical del Decreto de Mínimos. También defendemos el uso de las modalidades insulares, apoyando así la valiente labor que está realizando la Fundació Jaume III. En materia de empleo, es urgente superar este paro tercermundista que padecemos, facilitando la creación de puestos de trabajo: reduciendo los costes a las empresas y acabando con la dualidad de contratos temporales-indefinidos.
Estamos viviendo un momento decisivo para nuestra sociedad. La tesitura interesada que algunos quieren ofrecer del escenario político entre partitocracia y rupturismo es falsa, como falsas son siempre las polaridades en sí mismas, por reduccionistas y antagónicas. Existe un espacio intermedio por explorar, y es ese discurso regeneracionista y sensato el que ha salvado de la crisis a muchos países europeos (Dinamarca, Holanda, Austria). UPyD representa consciente y orgullosamente esta opción.

lunes, 2 de febrero de 2015

JE SUIS AUSCHWITZ


  (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Qué estupendo se pone todo el mundo, sobre todo tertulianos y políticos (dos roles con serio peligro de embolia que últimamente ejerzo, ya veremos hasta cuándo), pontificando sobre el 70º aniversario de la liberación de Auschwitz. Que si el Mal, el destino del hombre, lo que nunca debería repetirse, etc. Siempre me asombró el Holocausto, pero en efemérides como ésta, o cuando se producen catástrofes naturales, huyo despavorido de las homilías de la prensa repletas de sobadas consignas y falsa beatitud. Es mucho más razonable regresar a las terribles páginas de Jean Améry, Primo Levi, Hilberg, Szpilman, etc. O a René Girard, quien mejor me hizo entender cuál es el mecanismo que guiaba estas carnicerías industrializadas. Por no hablar de las 10 horas del canónico Shoah de Lanzmann, que debería visionarse en todas las escuelas, parlamentos y redacciones.
Cuando se habla de Auschwitz se olvida que el concepto clave, a mi modo de ver, es el de identidad. La configuración de identidades, ya se orienten hacia el nacionalismo, la religión o la ideología, de por sí lleva el germen contrario a la igualdad y la libertad. Vendría a ser el esencialista intento de superar la escisión del ser, ansiando consuelos alucinógenos. El culto a esa pasión hace que, a menor escala, triunfen esos animalillos averiados llamados Kirchner, Putin, Mas o Erdogan, cuyas promesas de autoestima colectiva ponen en marcha, además del capricho adolescente (“dejadme ser lo que quiero ser”), la pulsión antagonista. Relacionado directamente, la tendencia hacia la unanimidad, requisito para que se consoliden opresivos marcos de orden y sentido. Aquellos que apelan al culto de la identidad propia preparan el terreno para lo peor, porque lo diferente no suele quedarse como categoría puramente inteligible sino como virus que debe ser erradicado. Auschwitz es el final de ese camino, como lo es también el archipiélago soviético de los gulags.
Vivir acostumbra a ser una tragedia, pero más allá de ésta queda la catástrofe del que, intentando redimirla, acaba multiplicando el alcance de la tormenta de acero. Digo tragedia por lo que tiene de incertidumbre y desarraigo, opuestos a la exigencia maníaca de la certeza, aquella que prefiere el ilusionante significado dogmático antes que la siempre esquiva verdad.
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