lunes, 6 de julio de 2015

SOFISMAS GRECIOSOS


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

      Lo malo de publicar columna los lunes es que, si te refieres a un asunto importante del día anterior, no llegas a tiempo de conocerlo plenamente. Sobre todo si se trata de elecciones cuyo resultado se sabe después de la hora límite para enviar mi disección. Por eso, no sé qué ha pasado con el referendum de ayer en Grecia, pero lo que voy a comentar se puede mantener haya ganado el sí o el no.
De todo este asunto, la verdad es que me cabrea casi todo, incluso cuando escucho tesis que van en mi línea de pensamiento. El ambiente está demasiado exaltado, se nota que Europa necesita una terapia intensiva de sabiduría y templanza del cricket, que esta semana inicia uno de sus momentos álgidos con The Ashes, el enfrentamiento bianual entre Inglaterra y Australia. Pero volviendo a Grecia, asombra la cantidad de cosas que no son ciertas o únicamente lo son a medias.
Por ejemplo, Grecia no entró en quiebra por culpa de los “terroristas” y “antidemócratas” que le prestaron dinero tras su hundimiento, ni por aplicar teorías neoliberales, sino por un gasto público excesivo para un país sin recursos ni capacidad competitiva para sufragar su fastuoso Estado social. También hemos olvidado que Tsipras consideró más urgente reabrir la TV pública griega antes que devolver al FMI el dinero prestado. O, en otro sentido, que la deuda griega que en 2012 estaba en manos de bancos franceses y alemanes ahora es de toda la ciudadanía europea.
Pero lo que más me irrita es ese chantaje que hace la Grecia actual del gasto militar disparado (que Tsipras no quiere recortar), la de la violencia en los estadios de fútbol y baloncesto, etc., apropiándose de la memoria de los pensadores de las polis de hace 2500 años. ¿Qué tendrá que ver Pericles con Tsipras? Pues mucho menos que Rajoy con Felipe II. Pero sigue la identificación autocomplaciente como si le debiéramos ad aeternum a los griegos actuales un legado cultural que, por otra parte, todos (Grecia y Europa) han olvidado, o directamente se ha optado por desconocer. Cuando lo que sí ha cuajado de la Grecia Clásica son los sofistas y sus estrategias retóricas atiborradas de falacias.

3 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

José Luis Coll, creo que en su libro 'El diccionario de Coll' (1979), decía que un grecioso era un humorista en Grecia.

Anónimo dijo...

En efecto, hasta el punto de que uno cree que la valía de muchos de estos políticos es inversamente proporcional al prestigio de las figuras históricas con las que se comparan. Si reapareciera un Sócrates, sería juzgado y sentenciado por los que dicen recoger su herencia, pues se enfrentó precisamente al populismo simplón y emotivista.
Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Totalmente de acuerdo. Aristóteles seguro que no votaría a Syriza, jajajaj.

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