(artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)
No
se vengan arriba, a la campaña electoral no le quedan sólo 5 días,
¡esto es eterno! Si en la Era del Espectáculo Continuo los
políticos se han convertido en sus nuevos sacerdotes, con esa manía
de supuesta infalibilidad que les caracteriza y vampirizando cada
rincón de nuestro país, ya en campaña electoral alcanzamos el
súmmum, una melopea alucinatoria que cortocircuita cualquier
tipo de sentimiento humano de empatía.
Luego
está su paternalismo, sobre todo entre partitocracia corrupta/inepta
y pensamiento mágico (Podemos y nacionalistas), ese implícito “Sin
nosotros, no sois nada”. Aunque alguno va un paso más adelante
en explicitud y testosterona, con el “No os pongáis
nerviosos” que por tono e insistencia parecía pronunciado por
Tony Soprano. Al final todo esto es una especie de Gran Hermano que
nos entretiene y abochorna a partes iguales.
Dice
mi colega Enric González que “somos
un pueblo que pasa página antes de leerla, y luego se inventa el
texto”, y
Podemos está
resultando el
mejor exponente de
ello, con su líder
reinventando a Kant, Newton, Churchill, auditoras, referendos
andaluces, Transición
y lo que se tercie.
Consecuentes con su fijación proyectiva, acusan a los demás de
aquello que les aqueja: cambiar de propuestas para adaptarse al
votante medio. Recordemos
lo que defendían en las europeas para
calibrar así su
programa oculto, sus verdaderas ideas. Para
llegar al centro se han travestido
de socialdemócratas y
centristas, cuando si
algo han odiado Iglesias y Monedero, y hay muchas
referencias en Google
que lo atestiguan, es la socialdemocracia, acusada
sectariamente de cohabitar
con el
capitalismo. Sería
sonrojante
que obtuviera
un buen resultado teniendo en cuenta que sus hermanos argentinos y
venezolanos acaban de
ser vapuleados en las urnas tras una
larga y calamitosa
gestión de sus enloquecidos
líderes.
Por
otra parte, y
siendo objeto
diario
de múltiples ataques a
cual más tendencioso e insolvente,
Ciudadanos
se ha afianzado como lo más parecido que tenemos en España al
modelo nórdico:
una
socialdemocracia con elementos liberales razonables, un
regeneracionismo sensato y bastante
riguroso.
Con
la valentía añadida de optar por medidas necesarias pero
silenciadas, cuando no vapuleadas desde la histeria,
como la fusión de municipios, el fin de los Conciertos económicos,
regresar al huso de
Greenwich, el contrato
único o eliminar la
discriminación que padece el hombre en los casos de violencia
doméstica.
No sé si es como para
ilusionarse, porque considero que es mejor que la política no
enfervorice
demasiado, cual cainita
religión civil, pero
al menos parece lo más consistente del panorama.
2 comentarios:
A ver si los ciudadanos-votantes-persona somos capaces de crticar con equidistancia a los partidos políticos. Votar no significa sumisión. Espero que siga usted con su crítica terpeútica picozante en principio, aliviadora después. Lástima que haya no haya ya algún partido con cine club reflexivo, tendré que consolarme con su blog y aprender más de René Girard esperando que se agoten algún día los chivos expiatorios. Siga, siga no se pare y, si puede ,reunirse algún día con Arturo Muñoz y darnos alguna conferencia o sesión reflexiva recordaremos tiempos mejores. Adelante con la mente.
Gracias por su comentario.
Pues mire, los de C's me han comentado que una vez se vayan asentando la idea es poner en marcha un cineclub similar al que teníamos en UPyD. Ni idea de qué fecha se iniciaría, pero imagino que será cosa de este mismos curso. Por supuesto, Arturo andará por ahí.
un saludo
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